La evasión de 20 reos, varios de ellos cabecillas de la pandilla, desde Fraijanes II, desnuda la fragilidad y la posible complicidad interna en el sistema carcelario de Guatemala. Ocurre en un momento de fuerte presión internacional sobre el Mara 18.
Este domingo 12 de octubre, el director del Sistema Penitenciario (SP), Ludin Astolfo Godínez, confirmó la fuga de 20 reos de alta peligrosidad, integrantes y líderes de la temida Mara 18, que cumplían condena en el Centro de Detención Fraijanes II. Abriendo un nuevo y grave capitulo en la seguridad carcelaria en Guatemala.
La noticia, que estalló durante una conferencia de prensa, no solo implica una falla de seguridad de magnitudes críticas, sino que también señala directamente a la cúpula operativa de la pandilla. Varios de los fugados son miembros de «La Rueda» del Barrio 18, la estructura que, según las autoridades, lidera y coordina las clicas de la pandilla a nivel nacional.


Evasión Planificada y con «Apoyo Interno»
Aunque el director Godínez no pudo precisar el día ni la forma exacta en que los reos lograron evadir la prisión —se especula que pudo haber sido «uno por uno o en pareja»—, la unidad de inteligencia penitenciaria recién detectó el boquete de seguridad el pasado viernes 10 de octubre.
Lo que sí afirmó Godínez con contundencia es que no se trató de un escape improvisado. “Esta es una evasión de la justicia. Los privados de libertad evadieron los sistemas de control, registro y seguridad. Pudo haber participación del personal administrativo que tenía a su cargo la custodia de los reos. Eso no lo vamos a descartar”, detalló el director, señalando que la fuga fue planificada con tiempo y con posible apoyo desde adentro de la institución.
La declaración es un reconocimiento implícito de la porosidad del sistema penitenciario, donde la corrupción interna sigue siendo el principal motor de la ingobernabilidad carcelaria.

La Coyuntura: Presión de EE. UU. y Vínculos Políticos
Esta fuga masiva no es un hecho aislado. Se produce en un contexto de intensa presión internacional y señalamientos de alto nivel que recaen sobre la Mara 18 y el propio Sistema Penitenciario:
- Revocación de Visa: Apenas el 11 de octubre, medios nacionales reportaron que, al exdirector del Sistema Penitenciario, Sergio Vela, le fue revocada la visa por el gobierno de Estados Unidos, que lo vincula al crimen organizado. Este hecho subraya la percepción de la fragilidad institucional y los nexos entre funcionarios y estructuras criminales.
- }Organización Terrorista: El gobierno de EE. UU. declaró recientemente al Barrio 18 como una organización terrorista, intensificando la presión binacional para desarticular sus operaciones.
- Vínculos Políticos: Se recuerda que el líder de esta pandilla en Guatemala, Aldo Dupie Ochoa Mejía, alias «El Lobo», está casado con la sobrina de una influyente dirigente política de la UNE (Unidad Nacional de la Esperanza), exponiendo los peligrosos lazos entre la cúpula criminal y la esfera política.

La Solución es Política
Godínez aprovechó la coyuntura para enfatizar en una reforma estructural urgente del sistema penitenciario y carcelario en Guatemala. Sin embargo, su diagnóstico final fue un llamado al Ejecutivo y Legislativo: esto solo es posible si existe la voluntad política de tener un presupuesto más amplio, que permita robustecer la gestión penitenciaria con personal y tecnología adecuados.
Mientras tanto, con 20 de los criminales más peligrosos en las calles, la capacidad del Barrio 18 para coordinar extorsiones, sicariato y violencia desde afuera se eleva exponencialmente, dejando en el aire la pregunta sobre quién tiene realmente el control de las cárceles en Guatemala.